9.17.2013

Amanda. 25

Me encontraba de vacaciones en una capital europea famosa por su mala comida, su tiempo de mierda y sus altos precios. Era mi tercera noche alli, hice un par de llamadas mientras me dirigía al metro. Quedé con un colgado que conocí tocando en la calle hacía un par de veranos. Era de allí y conocía los mejores clubs. Me dijo que cogiera la linea marrón hasta nosequé de un Elefante y un Castillo. Me sumergí en la boca de metro.

Salí de la estación y allí estaba John, con la misma cara de loco que hacía dos años, cuando le vi la primera vez. Tenía una cicatriz muy grande en la cara, eso era nuevo.



Me saludó dándome un sopapo en la cara y un abrazo.

-Hola tío ¿qué te ha pasado en la cara? -le dije.
-Ah ¿Ésto?- rió señalándose el pómulo- me reventaron una botella en la cara en el club al que vamos. Hubo juicio y me dieron una barbaridad de dinero porque casi pierdo el ojo. Ahí en la esquina tengo el juguete, pero vamos andando que está a un minuto.
-¿Dónde coño me llevas tío?

Le miré a los ojos. Era cierto, su ojo izquierdo no sincronizaba con el derecho. Andamos hasta una rotonda muy grande y vi un Subaru Impreza wrx azul y dorado a la derecha.

-Míralo que guapo, luego nos damos una vuelta.
-Coño ¿Dónde dices hay que poner la cara para tener uno de esos?

John se rió fuerte. Tenía voz de carajillero y su risa era realmente graciosa. Fuimos a la entrada del club. Un negrazo enorme nos cobró la entrada y otro negrazo enorme nos cacheó. Andamos cinco pasos mas, pasamos por un arco de metales y tras pasar, otro negrazo enorme nos cacheó otra vez.

-¿Qué coño clase de gente viene aquí?
-Ah no te preocupes, viene de todo, pero la gente se pasa mucho. Cuando salgamos no te quedes mucho rato en la puerta, siempre hay lio.

Dejamos las chaquetas en el guardarropa y entramos. Ponían buena mierda para encocados, Hardwell, Alesso, Armin, cremita variada. Fui directo a la barra y me pedí un ron con sprite. John pidió vodka con redbull. Le dije que si volvía a hacer eso le dejaba el otro ojo igual. Se rió, estuvimos juntos de copas por la costa cuando le conocí y sabía mis manías. Se bebió el cubata de un trago y pidió otro igual que el mío.

-¿Mejor? Vaya forma de tratar a tu anfitrión -se rió con su risa de asesino- esta ronda la pagas tú.
-¿Aquí donde están las guarras?
-JAJAJA. Coño espera media hora y verás.

Así que eso hicimos, subimos al lounge y nos sentamos en unos sofás de diseño incomodísimos. Había un grupo de españoles volviéndose locos con los precios de la carta. Los saludamos.

-Eh shurmano, sentaos con nosotros.
-¡Coño un shur!
-¡Invoco a caballo loco! ¿Tío que os ha costado el cubata? esto es la hostia de caro.
-Unos veinte.
-Me cago en la vieja.

Soltamos unas cuantas mierdas mas del palo y empezamos a hablar los siete. Iban con tres tías que estaban realmente buenas. Empecé a hablar con una de ellas. Era de un poblacho enano al lado de mi ciudad. Teníamos algunos colegas en común. Me dio un poco de asco que el mundo fuera tan pequeño. Se llamaba Amanda.

Amanda era delgadita, de piel blanca, cara de mala hostia con la nariz un poco torcida, ojos verdes penetrantes y una melena roja fuego hasta el culo. A mi hay dos cosas que me pierden en una mujer, las tetas gordas y el pelo rojo.

Se levantaron las tres a la barra a pedir y entonces fue cuando vi que además, tenía un culo enmarcable. Llevaba una falda azul muy corta que dejaba ver el límite del cachete.

Me bebí unos cuantos cubatas mas, me empezó a doler la cartera y seguí con la cerveza. Era ya medianoche, empezaba lo bueno. Bajamos y vimos el club entero. Era tremendo, la música estaba tan fuerte que te notabas los bajos resonándote en el pecho. Nos quedamos en una sala más pequeña donde se podía hablar y todo.

Amanda y yo estábamos hablando cuando se nos acercó una pareja de unos treinta y largos. Ella rubia con muchas pecas. Era un poco rara de cara pero se conservaba de puta madre. Me la habría tirado ahi mismo. A mi el progressive me da ganas de joder. Él un tío enorme, rapado, con más tetas que ella. Empezamos a hablar con ellos. Joyce y Sam. Se habían conocido en ese mismo club hacía quince años. Llevaban nueve casados y desde hacía cuatro eran swingers. Era un mundo en el que tenía ganas de meter el morro así que empezamos a preguntarles. Él le arrimaba mucho la cebolleta a Amanda.

-¿Sois pareja? -Nos preguntó él.
-Si, pero llevamos poco -dije yo, y Amanda me dedicó una mirada cómplice. Le habia hecho mojar el chochito nuestro amigo ciclado.
-Podríamos quedar esta semana en el club al que vamos ¿os gustaría probarlo?
-Es que estamos de vacaciones, nos vamos pasado mañana. -Mentí y le guiñé un ojo.

Lo cogieron rápido, acabé mi copa y bailamos un rato. Fuimos cerdeando. Joyce me restregaba el culo mirándome por encima de su hombro. Me estaba poniendo enfermo, nunca me había apretado a una madura. La cogí de la cintura y me la acerqué. Le dí un beso muy guarro, con mucha lengua. Un beso de borracho cachondo. Ella me metió la mano directa en los pantalones. Seguimos enrollándonos y ella paró.

-¿Dónde está Sam?
-Ha salido a fumar -dijo Amanda.
-¡Ahora vengo! -dijo, y salió corriendo dejándome cachondo como un jodido mono.
-¿Qué coño ha pasado? Joder estaba la cosa a huevo.
-No se, estaba hablando con el  y se ha pirado.

Yo iba muy borracho, la polla me asomaba por encima del pantalón y Amanda me miraba con ojos de tonta. La cogí del brazo y me la traje. Empezamos a besarnos como locos. Besos cerdos, chupándonos media cara, sobándonos como animales. Fuimos moviéndonos por la sala enrollandonos como si nos poseyera el diablo. Cambiamos de sala, sonaba la música super fuerte. Me puse enfermo, me volví loco como si me hubiera metido una roca de cinco yo solo.

-Sígueme -le dije, y fuimos hasta la puerta del aseo de tíos.
-Qué dices qué canteo.
-Entro yo y te digo si hay alguien.

Entré, justo salía un tío y dejaba el baño vació, le hice un gesto a Amanda y entramos los dos a un aseo. Echamos el pestillo, se apagó la luz. Le subí la falda, le bajé las bragas y busqué a tientas un agujero, me daba igual cual. Se la metí, y empecé a reventarla contra el váter. Le estaba dando realmente fuerte. PLAS PLAS PLAS su culo me daba en la pelvis. La agarré fuerte de los cachetes abriendole el coño al máximo. Sonó la puerta.

-¡Ocupado!

Seguí embistiéndola, estaba cerca de correrme, lo veía. Sonó la puerta.

-¡Ocupado coño!
-¡Seguridad, abrid la puerta!
-¡No pasa nada coño, estamos bien!
-¡Seguridad, abrid la maldita puerta!
-Cagondios.

Me subí los pantalones, ella se colocó mas o menos como pudo la falda. Abrí la puerta y salió ella primero. Salí y vi al primer negrazo que nos había cacheado con cara de "¿Qué coño?".

-Seguidme - dijo, y del otro lado apareció otro negrazo. Llevábamos uno delante y uno detrás. "Joder, vaya puta liada" - Pensé.

Fuimos hasta una salida de incendios y abrieron. "La cagamos Hans" - me dije a mi mismo. El negrazo nos hizo pasar y nos quedamos entre dos puertas de emergencia, donde estaba otro negrazo enorme sentado en un taburete con cara de estar divirtiéndose con nuestra nueva llegada.

-¿Qué hacíais en el baño encerrados?
-Nada tío, liarnos y eso, somos españoles y vamos con un grupo, y nuestro país es muy pequeño y se conoce todo el mundo.

Amanda empezó a hacer como si estuviera malísima de la muerte.

-Mira, si me mientes me harás tirarte a la calle y llamar a la policía, si me dices la verdad igual podemos entendernos. -me dijo medio riéndose, se notaba que el cabrón se lo pasaba bien- deja de fingir -le dijo a Amanda.
-Vale, vale. Estábamos jodiendo. Tú mírala que buena está. Me he dejado llevar, soy un tío pasional.

Se rió. Abrió la puerta de la calle.

-Mira, aquí no podéis follar, si queréis follar el edificio rojo de ahí es un hotel, pero esto es un club ¿vale? Os dejaré volver a la sala, pero si os volvemos a ver haciendo el tonto vais fuera.
-Ok ok tío, gracias. Nos comportamos.

Amanda seguía con el teatro, la cogí del brazo.

-Déjame a ver si cuela, me dijo.
-Que le he dicho ya que estábamos jodiendo y me ha dicho que tiremos para adentro y no la liemos mas
-¿Enserio? Joder.
-¿Está tu chica bien? Si queréis podéis salir a que le de el aire y ahora os abro.
-Tranqui, todo bien.

Volvimos a la sala. Amanda y yo nos miramos, nos descojonamos y nos fuimos cada uno a buscar a su grupo.

Encontré a John con los ojos casi en blanco moviéndose espasmódico en la sala donde estaba el dj. Estaba pinchando mierda de la buena. Me pedí un ron y volví con John. Bailamos como empastillados hasta que echamos la pota en el centro de la pista.

Cuando salimos del club, era ya de día. Montamos en el Impreza absolutamente borrachos y John me llevó a mi hotel poniendo el coche de costilla en todas las putas curvas.

-Como vomites dentro te arranco la garganta.

Le creí.

Llegamos a mi hotel. Bajé del Impreza tambaleándome y me caí de rodillas en la entrada, vomité en la escalera, me puse de pie, me coloqué la americana y entré. Me encanta vomitar en la entrada de un cinco estrellas.

3 comentarios:

  1. Hupame la kallampa konhetumare

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  2. Dile a tu mama ke melomame rriko konhetumare

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    1. Hupale la kallampa al burro konhetumareeeeeee y jode perra

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