1.17.2014

Sonia. 23 (Tercer encuentro) + Isa. 22

Una tarde de Julio, estando yo de casualidad por mi ciudad, recibo un mensaje en el móvil.

-Hans, estoy en tu pueblo ¿nos tomamos unas cerves? ¡Hace mucho que no nos vemos!

Era Sonia. Era cierto, hacía cuatro años desde la última vez que nos vimos. Bueno, técnicamente solo unos meses. Hablábamos de tanto en tanto por facebook y alguna noche habíamos hecho cositas sucias por skype. La soledad puede ser muy mala.

Sonia, al margen de lo sexual, era una chica que me caía realmente bien y hacía tiempo que no sabía de ella, así que me pareció una idea genial. Cogí unas cervezas en un 24 horas de camino a su casa. Cuando llegué a su portal, se asomó por la ventana y me abrió. Cristo, había olvidado aquel rellano, aquel ascensor propio de la URSS, pero sobretodo había olvidado el gotelé amarillento de su casa. Se me hizo muy gracioso volver a estar allí.

1.16.2014

Rebeca. 16.

Era una noche primaveral de viernes de las que el cuerpo te pide guerra. Hice un par de llamadas mientras cenaba. Los tres de siempre andaban con otros planes, pero uno me dijo "a la mierda brod, vámonos esta noche a la Perra".

Y eso hicimos, a eso de las 12 estábamos sentados en una de las destartaladas mesas de la Perra con una jarra de sangría con absenta frente a nosotros. Javi lo llama el cóctel cagafuegos. Es un nombre que le hace bastante justicia.

Estábamos calentando cuando vi entrar por la puerta de la Perra a Carlos, un colgado que conocí de viaje por Berlín. Juntos nos pegamos algunas de las fiestas más apoteósicas que recuerdo. Mucho M, lucecitas de colores, música electrónica, perras alemanas... Mis ojos no daban crédito.