9.16.2013

Alexa.19

Estaba en el bar, vagabundeando por internet con el móvil, matando una cerveza cuando recibo un mensaje:

-"Hey, estoy en casa aburrida, ¿donde estás, quedamos?"
-Estoy en el Gialli, al fondo, ven.

Alexa era una chica de pueblo que acababa de llegar hacía apenas unos meses a la ciudad. De pueblo pueblo, algo boba. La conocí por Badoo, le mandé un mensajito de mierda, me respondió dándome su número de teléfono. Nos enviamos unos pocos mensajes, me mandó una foto. Tenía las tetas grandes, me valía. Yo acababa de mudarme a la ciudad y no conocía a nadie.



A los quince minutos apareció. Era medio peruana medio francesa, tenía el cuerpo achaparrado, con el cuello corto y un poco de cara de pocahontas. Me medio arrepentí.

Me incorporé para saludarla, me dio tres besos y se sentó a mi lado. Yo trabajaba al día siguiente así que no pensaba beber más. Ella se pidió un vodka con redbull. Cuando veo a alguien combinar con redbull o con monster me dan ganas de cruzarle la cara. Me contuve, realmente tenía las tetas muy gordas. No hablaba muy bien español, pero para lo que me contaba no importaba mucho. Le gustaba la salsa, salir de fiesta a macrodiscotecas y otras mierdas de adolescente sin salir del huevo. Trabajaba en un hotelucho, por como me hablaba de él parecía un puti. Le pedí el número del hotel-puti por si acaso.

La noche avanzó lenta como un film coreano de serie B, ella se bebió al menos seis vodkas con redbull e iba al baño a mear cada media hora. No me tocó en toda la noche, ni tonteo ni nada, me rallaba un poco. Eran las 4:30 am y no se como lo hicimos, pero estábamos en el garito mas cutre de la ciudad, con turcos dándole a la tragaperras y unos serbios haciéndose cosas por la nariz en la mesa de al lado. Pensé en qué coño estaba haciendo ahí.

-Oye tu, me voy, que mañana trabajo y es tarde.
-Jiji vale ¿Me llamas un taxi?
-Debajo de mi casa hay una parada, está a cinco minutos.

Salimos y empezó a hacer eses que parecía que se le iban a desmontar los tobillos. Era de tobillos finitos, pensé en que se le iba a salir un hueso y iba a montar un escándalo en la puta calle toda borracha.
Se cogió a mi brazo "jiji, no me aguanto".

Llegamos a la parada de taxis, un clase C se acercó.

-Oye no quiero ir ya a casa, es pronto.
-¿Y qué quieres hacer? Es miércoles, va a chapar todo.

Me comió la boca. Joder, después de toda una puta noche a dos palmos de distancia con los brazos cruzados no me esperaba eso

-Vamos a tu casa.

De perdidos al río, pensé. Esta tía me ha tenido despierto hasta las cinco contándome sus mierdas, no me voy a quedar sin marcar.

Subimos a mi casa, ella fue derecha al baño. En esos tres minutos recogí la enorme montaña de papeles y mierda y ropa que tenía tirada junto a la cama y dejé aquello impoluto. Nada limpia más rápido que un hombre esperando joder. Entró y se me tiró encima. Besaba guarro, me cogía fuerte la cabeza. Eso me ponía un poco de mala hostia. La tiré en la cama y la desnudé rápido. Pom, matorral. Matorral de pelo negro y duro como alambre. Será la genética pocahontas. Pero tenía las tetas bien gordas y redondas. Yo soy un hombre de tetas, me ciegan.

Me la chupó un poco, de golpe se sacó mi polla a medio empalmar de la boca y me dijo

-¿Tienes ets?
-¿Qué? No coño, ¿tú?
-No no

Subió y tiró a metérsela.

-Quieta loca ¿Qué haces?
-No tengo ets, pero no te puedes correr.
-Calla calla, espera que me ponga esto.

En ese momento pensé si de verdad merecía la pena el polvo con una colgada del tal calibre. En lo que buscaba el condón y pensaba en eso se me desempalmó un poco así que para cuando me lo puse y empezamos a follar estaba floja la cosa. Total, cuatro embestidas o cinco después viéndole la cara de pocahontas y todo lo anterior, se la saqué, le hice un truco de magia con los dedos que me enseñó una Iraní que sabia latín y se corrió dejándome la cama hecha una mierda toda mojada.

No soy de hacer que una borracha se corra antes que yo, peligro de quedarte con los huevos llenos, pero me la jugué.

-Te toca a ti guapa.

Cerré los ojos y pensé en una cantante con la que estuve. La hija de puta estaba muy buena y tenía las tetas muy parecidas a esta. La cogí de las tetas y dejé que me la chupase.
Me hizo una de las mamadas mas horribles de mi vida, y encima me terminó a mano y dejé todo asqueroso.
Me puso de mala hostia. Se tumbó a mi lado.

-¿Puedo dormir aquí?
-Ni de coña.

Agarré una toallita y abrí la ventana. Me limpié y tiré la toallita. Vi un taxi justo debajo . Las alturas me dan mal rollo y para mi un segundo piso ya está a tomar por culo del suelo, pero saqué medio cuerpo y grité.

-¡Taxi!

El conductor se asomó mirando hacia arriba buscando la voz.

-Taxi, tengo una chica en casa, se baja ahora ¿la puedes llevar?
-Claro

Me giré y miré a Alexa. Estaba medio frita. La zarandeé basto.

-Tú, tienes un taxi abajo. Pírate.
-No te intereso ¿verdad?
-Me has hecho una paja de mierda haciéndome daño en el rabo y tu colonia huele a demonios, no, no me interesas.
-No he entendido lo primero, pero si no te intereso me voy.

Se vistió, recogió su bolso y se marchó. Mi cama apestaba a chocho y colonia barata. Me dieron ganas de pegarle fuego. Lo tiré todo a la lavadora, cerré la ventana, encendí el televisor y me quedé dormido sobre el colchón desnudo.

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